Si jugamos, si vestimos a nuestras muñecas, aunque en mi caso sea en contadas ocasiones, es porque conservamos gran parte de nuestra infancia, de su esencia, de sus valores, de todo cuanto aprendimos en una época en la que empezaban a emerger unos cambios para las niñas que fuimos y las mujeres en que nos convertiríamos. Como madre revivo con fuerza la ternura y la inocencia de la niñez porque tampoco hemos cambiado tanto. (Utilizo cooquies, la ley obliga a expresarlo)
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¡Que preciosa es esta morena de ojos azules! y que bien se conserva el traje está guapísima...yo no me manejo en tela, solo en ganchillo, pero me encanta ver las creaciones que hacen las compañeras de este mundo bloguero...es tan diverso que puedes econtrar todo un universo como por ejemplo poemas, historias, pinturas muñecas de colección etc. Por cierto no he encontrado como hacerme seguidora...
ResponderEliminarBesosssssss.
Guapísima, las Nancys Quirón son una maravilla, sofisticadas y etéreas, y con tanta variedad de pelos y ojos... La tuya es preciosa.
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