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viernes, 12 de diciembre de 2014

Ojalá todas las niños y niñas de infinitas generaciones vivieran una Navidad iluminada con al menos un juguete que les permita soñar con ser mayores, y con la ilusión y la esperanza de tener un futuro próspero.

No teníamos para derrochar; también, como ahora, había papás sin trabajo o que trabajaban en duras condiciones, algunos toda la noche con cierto peligro porque no se disfrutaba de unas mínimas condiciones de seguridad; había crisis aunque no se utilizaba este término porque tampoco por la mayoría se había conocido anteriormente la abundancia y, porque a finales de los 70, algo en nuestra sociedad empezaba a cambiar políticamente, emergía en nuestro pueblo lo que llamamos "animación sociocultural", algo ilusionante que hacía presagiar a los padres que sus hijos e hijas vivirían una vida mejor, más digna, más justa. En qué momento nos olvidamos de ello, de nuestros sueños y valores: "democracia, libertad, igualdad y pluralismo político" (¿valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico?). 

En qué momento empezamos a pensar que nuestra democracia no tendría vuelta atrás, ni nuestro estado del bienestar posteriormente "conseguido". En qué momento confiamos en la perfección de la persona. Todo ha sido muy frágil poque frágiles somos las personas. Y quizá la única esperanza es la propia persona en sí, olvidándose de su" pertenencia a" y haciendo lo que de verdad su corazón y su ética le dicta, y ejecutándolo en cada espacio y momento en el que se desenvuelve, haciendo el bien y no mirando a quién. Feliz Navidad de parte de una niña que también soñó y que no cambia su época por ninguna otra.

1 comentario:

  1. Se acerca una nueva Navidad. Me identifico con todo lo que escribiste. Hoy además, dia de elecciones, tiene mucha vigencia.
    Un abrazo.

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